Primeras ideas y objetivos
La motivación para el desarrollo del presente trabajo es la fusión arte y ciencia. Se pretende hacer un uso de recursos pertenecientes al ámbito científico para la elaboración de las distintas piezas que componen la instalación. El proyecto tiene un marcado carácter pictórico y fundamentalmente se basan en generación de imágenes abstractas cuyo protagonista es el color.
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Una propuesta desde la pintura que invita a la contemplación y mediante la capacidad emotiva del color y a la inmersión perceptiva y sensorial, se genere una experiencia estética en el espectador.
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La propuesta basada en campos de color y en una proyección que precisan de la luz y una escenificación que produce un ambiente en casi penumbra, para que tanto los colores de la pinturas como los de la proyección se magnifiquen. La atmósfera que acontece en el espacio expositivo, prepara los sentidos para la visualización de la obra desde un estado meditativo y sosegado.
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La poética de la instalación es la inmersión, a través de la separación de las manchas de color y su movilidad en el campo visual, en un estado interior, en un ritmo y tiempo propio. La composición pictórica de la obra se está produciendo en ese mismo instante por procesos físicos ajenos a ella, que la van alterando, cambiando.
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Como una resonancia de la propia transformación de la materia, de nuestros cuerpos o nuestras identidades. Los colores transitan por el gel de electroforesis siguiendo su propia deriva. Su imagen resultante, que se proyecta sobre varias telas superpuestas crean una experiencia visual atractiva y sutil en la que las manchas de colores migran a través de la urdimbre de las telas, prologándose hasta las paredes de la sala.
Electroforesis en campo de color. 2016.
Imágenes electroforeticas transferidas a poliuretano transparente.
60X120 cm.
Obra de Prudencio Irazabal.
Obra de Mark Rothko.
Los campos de colores se obtienen mediante el uso de estas imágenes a partir de electroforesis obtenidas en el laboratorio y que son el resultado de ensayos científicos reales, transfiriéndose a poliuretano transparente. La imagen se descontextualiza y las cualidades principales son el color y la transparencia.
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El resultado es una pintura transparente que parece liberada del soporte tradicional, sea lienzo o papel. De un aspecto frágil y delicado, al ser unos milímetros de groso, el espectador percibe un material suave y sutil, y experimenta como el color emana de la obra al ser adecuadamente iluminada.
Imagen electroforetica modificada digitalmente para añadirle color.
Otra aproximación planteada para la instalación es emplear la técnica de electroforesis pero separando pintura en lugar de moléculas biológicas. Experimentar lo que le acontece a la pintura. Observar que le sucede como si de un ensayo científico fuese. Es esta aproximación se trata de llevar la pintura al laboratorio.
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El resultado al separar pigmentos en el gel de electroforesis es una pintura abstracta compuesta por distintas manchas de color que se van desplazando de arriba a abajo en el campo visual. Manchas de bordes degradados, algodonosos, producido por el difundir del color puro. Se registra el recorrido del color, que no permanece estático, sino que es que cambia con el tiempo. Pintura que va mudando de apariencia. Pintura que se crea mientras difunde y se desplaza según su naturaleza. Cada color a su propio ritmo.
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La obra es efímera debido a que su material es perecedero, y debido a la temporalidad impuesta por la duración de electroforesis.